Unas ventanas tapiadas,
cientos de bocas cerradas,
el Rock se queda sin casa,
de nuevo la calma embarga
a las gentes de bien
a la vez
en un camión
un bajo si voz
una guitarra herida
y un amplificador.
Derriba
la puerta
es nuestro lugar,
tenemos que entrar...
Patada
la pueta
la música de nuevo vuelve a sonar
una vez más.
Uniformes de colores
juntos contra una cultura
lejana del señor cura,
tu prepotencia así no se puede quedar
señor edil,
no has de olvidar,
nos tienes detrás
y hasta en tu propia casa
nos podemos colar.
Derriba
la puerta
es nuestro lugar,
tenemos que entrar...
Patada
la puerta
la música de nuevo vuelve a sonar
una vez más.